lunes, 21 de septiembre de 2009

No matéis la gallina de los huevos de oro

Líneas de aviación y hoteleros
se pusieron las botas
en Convención Minera




Los mineros están “evaluando” escoger otra ciudad



Apenas terminada la XXIX Convención Minera en la Blanca Ciudad y ya el flamante organizados de la próxima edición de Extemín, Oscar Gonzales Rocha, aventuró la posibilidad de despedirse de la acogedora ciudad para buscar otra cuyos comerciantes no fueran filibusteros.

A Gonzales, presidente ejecutivo de Southern Peru Copper Corporation dijo que “se evalúa” -y ya saben lo que eso significa-, realizar esa gigantesca reunión, en otra ciudad que podría ser Trujillo, es decir, disimuló, llevar al norte, la cita que ya se hizo tradicional en Arequipa.

Porque han sentido en los bolsillos el golpe. Y ya sé que se van a enojar, pero hay que echarles a la cara que si los mineros deciden irse con sus alforjas a otra parte, los comerciantes que abusaron este y los años anteriores, no tendrán a quién asaltar el próximo año.

Durante esa semana, días más días menos, hubo más de 30 mil visitantes en la ciudad relacionados directa o indirectamente con el certamen. Se registraron 7,500 participantes y se inscribieron 675 empresas expositoras de 17 países, que levantaron 1079 stands en un un área de 57 mil metros cuadrados.

Es decir, oiga usté, fue otra navidad.


Arequipa no merece que los fenicios le jueguen así


Quienes se pusieron las botas –no las del Papá Noel sino las de la rata de siete leguas, ¿o era el gato?- fueron ciertas compañías de aviación que según los datos publicados por la prensa mistiana los levantaron en peso. Leo que un pasaje que cuesta 150 dólares en esta ocasión “terminó costando 500 dólares, (lo que) ha motivado a buscar alternativas de solución”.

¡Qué bárbaros para levantar los precios!


Una de ellas podría ser y ya lo anunció Othmar Rabitsch León, la contratación de un charter para transportar a los participantes entre Lima y Arequipa o entre la ciudad que ganara la lotería de ser anfitriona de la reunión y las líneas de bandera propia o ajena, se quedarían tirando cintura y solo tendrían en sus listas de viajeros a los rezagados y a los paracaidistas que no faltan.

Los hoteles y restaurantes hicieron también su primavera y según los informes de un avispado periodista, los precios de los alimentos típicos o no y de las bebidas se elevaron en ¡250 por ciento!

Claro que abona a favor de Arequipa, el hecho de tener una infraestructura hotelera que no la tiene ninguna otra ciudad del país, modestia aparte. De lo contrario, los mineros, que bien pueden tener plata paga gastar a manos llenas mientras las minas produzcan, no son nada caídos de algún palto, ingeniero.

Los mineros están hablando también de Cajamarca, tierra emblemática por la cantidad de minas y mineros que aloja, pero carece de un buen aeropuerto. ¿Qué pasa si los cajamarqueses se ponen moscas y construyen el aeropuerto que les falta y los invitan a reunirse allá?

Nosotros bien, gracias, mirando desde los balcones de los portales, cómo otros se la llevan…

Por eso, muchachos, recordad aquella fábula de la gallina de los huevos de oro y no la matéis antes de tiempo para ver si en el buche tiene la mina de oro que jamás encontraréis y no comáis hoy hasta indigestaros para morir de hambre mañana.





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