domingo, 1 de febrero de 2015

14 años de amistad con Gipsy

Su hermanita se despidió
conmovedoramente de él
15 horas antes de su muerte

Yo no sabía que el Gipsy, un cocker spaniel que nos acompañaba ya 14 años, dos meses y 12 días, y tenía en términos humanos una edad de 98 años, iba a morir ni ese ni otros días. Pero Shika Sofía, su hermanita, al parecer sí lo sabía y me hizo testigo del más emotivo gesto entre animales que he visto en mi vida y que me he demorado en contarlo, a la espera de alguna explicación especializada.

Tiempos sin problemas de salud, con su hermanita 
Porque Shika Sofía, alrededor de la medianoche del viernes se acercó a su hermano que dormía en su cama. Ambos acercaron sus caritas como si se besaran, se frotaron los hocicos, juntaron las cabezas en silencio durante dos, tres, cinco minutos, mientras yo los miraba conmovido porque era la primera vez que veía una escena de tal naturaleza.

No sabía que Gipsy iba a morir de un ataque al corazón al día siguiente, alrededor de las cuatro de la tarde, unas 15 horas después de aquella “despedida”.

La Shika es una perrita tierna pero escandalosa. Cuando se llevaban a Gipsy a la veterinaria de la Universidad Cayetano Heredia, y ella se quedaba en la casa, solo guardaba silencio unos diez minutos y al comprobar que su hermano demoraba hacía escuchar bulliciosos aullidos lastimeros que angustiaban a quienes los escuchaban.

Celebran su 14° cumpleaños
Después de aquella despedida, comprobé un fenómeno diferente ante la ausencia del Gipsy. La Shika guardó silencio absoluto, como si desde la noche del viernes, hubiera decidido resignarse ante lo inevitable.

Mis hijos Pavel, principal cuidador de la salud de los perritos, Luis, Gonzalo y Sergio, unidos a mis nietos Sergio, Gabriela, Alejandra y Allison, que lloraron como si hubiera desaparecido alguien de la familia porque así consideraban a Gipsy, hicieron una fosa en un jardín y lo enterraron.

Ante ese silencio de la Shika que dura hasta hoy, cuando escribo estas líneas, si se quiere desactualizadas, anduve a la búsqueda de una explicación autorizada.

Doctor Bazán: Los sentimientos de los animales
El doctor Valdemar Bazán, director de una antigua clínica veterinaria del distrito del Rímac, quien algunas veces atendió y practicó una operación para extirpar unos tumorcitos que se le produjeron en las piernas cuando Gipsy tenía ocho años de edad, me dijo que “dos mascotas que son de una misma camada y crecen juntas desarrollan un sentimiento de solidaridad el uno por el otro".

El hecho de que se haya producido esa que yo llamo despedida, “puede ser un gesto filial frente al enfermo, porque desarrollan ese tipo de emoción”, dijo.

“Fue, en todo caso”, añadió el especialista, “una demostración del amor que sentían el uno por el otro, ya que nacieron y crecieron juntos”.

Por su parte, el médico veterinario Claudio Gerzovich, de Buenos Aires, Argentina, señala en un artículo sobre Comportamiento animal, que “los perros son capaces de sentir depresión, amor”.

Pone como ejemplo a una familia que convivía con tres perros. “Uno de ellos muere. La familia consternada decide enterrar al animal en el jardín de la casa. Los otros dos perros están al lado de los humanos durante el entierro. Una vez finalizado el acto la familia se retira del lugar. Los perros se quedan…".

Se fue un miembro de la familia
Mi hija Beatriz, escribió que Gipsy, 14 años atrás, no estaba en el programa de compra. “Lo divertido fue el Gipsy hizo de todo para llamar nuestra atención y al final decidimos llevárnoslo también ya que era la Shika y no él a quien debíamos escoger”.

Y trajeron dos perritos en lugar de uno “porque así se acompañan, dijimos y así ha sido durante 14 años. Los dejé cuando tenían quizá dos o tres meses, recuerdo que a mi llegada al Perú, dos o tres años después, el recibimiento que me hicieron, primero a distancia y luego arrojándose encima para saludarme. ¿Quién me puede explicar eso?”.

Beatriz añade: “El Gipsy ha sido todo un personaje en la familia Podestá, se ha ganado un lugar de honor en nuestros corazones nos ha dado, muchas alegrías y muchas demostraciones de fidelidad. Es una gran pérdida y me puedo imaginar el dolor que en estos momentos toda la familia está sintiendo porque yo  aquí a 10 mil kilómetros  de distancia siento también el dolor de la pérdida del Gipsy”.

Y aunque no sea de estilo, quiero desear que estas palabras de familiar homenaje a Gipsy, lo sea también para todas las mascotas del mundo, que siempre entregan sin cálculo ni mezquindad, su fidelidad, amistad y amor, ellas sí, hasta la muerte, a quienes tuvieron la suerte de criarlas.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hermano Luis Eduardo, mi mas Sentido Pésame por la muerte de tu mascota Gipsy, cuida con mucho cariño a su hermanita Shika Sofia saludos

Unknown dijo...

Hermano Luis Eduardo, mi mas Sentido Pésame por la muerte de tu mascota Gipsy, cuida con mucho cariño a su hermanita Shika Sofia saludos