jueves, 12 de diciembre de 2013

Nuevo Decano juró ante su padre

Max Obregón ofreció
depurar el Colegio
de falsos periodistas 

El nuevo Decano del Colegio de Periodistas del Perú Filial de Lima, Max Obregón Rossi, quien en un gesto conmovedor pidió a su padre, el también periodista Max Obregón Mickkelsen, que le tomara el juramento que lo oficializó como nuevo Decano de la Orden, formuló ácidas críticas a las anteriores administraciones, cuyos protagonistas se encontraban presentes.

Max Obregón, padre tomó juramento a Max, hijo
Tradicionalmente, el nuevo decano de la Orden juraba ante el decano saliente o ante el presidente del Comité Electoral, pero en esta ocasión, Max Obregón rompió el protocolo tradicional.

Ante un lleno total del Salón de Sesiones de la Municipalidad Metropolitana de Lima, cedida especialmente para el acto, los nuevos directivos del Colegio profesional, y los miembros de varias comisiones que colaborarán con el Decana, formularon el juramento de orden.

Max Obregón comenzó con la descripción del ser periodista e indicó que “nosotros, los periodistas, somos los generadores de opinión, (…) y aunque algunos quieran negarlo por facilismo, dejadez o intereses económicos, tenemos la responsabilidad de contribuir más que otros sectores en favor de la sociedad”.

Nuevos dirigentes: les espera ardua tarea
De inmediato inició la severa crítica a sus antecesores: “Lamentablemente, durante los últimos tres lustros, esta noble y delicada profesión para la cual estudiamos y por la cual vivimos, se vio disminuida por la irresponsabilidad de algunos dirigentes que antepusieron intereses subalternos y la sometieron en desmedro de  principales objetivos”.

Añadió que “este Colegio Profesional, nuestro colegio, durante los últimos quince años, pecó de inacción y se dejó avasallar en diferentes campos sin honrar la trayectoria de recordados dirigentes y periodistas de a pie que no solo defendieron la libertad de prensa a lo largo de su historia sino que además de sufrir agresiones y prisión, algunos de ellos aquí presentes, también debieron ofrendar su vida por buscar la verdad, esa verdad que toda la sociedad desea saber y que nos la demanda”.

La Orden en manos de aventureros

“Pero que nuestra destacada Orden Profesional estuviera en manos de improvisados dirigentes, no solo fue resultado de osados y aventureros personajes que vieron al Colegio de Periodistas como la membresía perfecta que les permitiera acceder a gratificantes resultados o permanecer en los puestos que ya tenían tanto en la empresa privada como en el aparato estatal”, prosiguió.

Ofreció depurar padrones
Y, afirmó seguidamente que “el hecho de que esta Orden cayera a los niveles ya mencionados también fue nuestra responsabilidad y por eso hacemos el mea culpa”.

Describió las secuencias de las últimas elecciones en la que el Comité Electoral de Lima debió ser destituido por irregularidades en su función, y las dos veces que los periodistas concurrieron a ls ánforas para ejercer su derecho a elegir a sus dirigentes,

Luego analizó la actual situación de la prensa y precisó que “los periodistas no somos aves de rapiña que estamos en búsqueda de la carroña para alimentarnos” y que “no somos seres insensibles en búsqueda del dolor ajeno para transmitírselos a ustedes con el afán del raiting”.

Exclamó emocionado: “Los periodistas no somos improvisadas bailarinas, cantantes, deportistas o humoristas a quienes se les entrega un micrófono y con sus preguntas desatinadas y torpes generen reacciones en sus interlocutores”.

"Los periodistas somos profesionales que en sus inicios fuimos formados en las señeras y serias redacciones de prestigiosos diarios pero que con el transcurrir de las décadas también fuimos formados en las aulas universitarias, donde además de las técnicas respectivas, aprendimos de humanismo y ciencias sociales… y hoy somos parte de las denominadas ciencias de la comunicación”, dijo.

Falsos periodistas

Gestión severamente criticada
Y proclamó alzó la voz: “Por ello nos indignamos cuando vemos, leemos y oímos espacios que se denominan periodísticos solo porque aparecen en algún papel impreso o en la programación de algún canal televisivo o radioemisora… y peor aún si estos son conducidos por personas que en alguna etapa de su vida hicieron periodismo de verdad”.

Criticó a continuación “el facilismo de algunos productores y de los propietarios de esos medios de comunicación ha contribuido a ello y, si bien, se amparan en la libertad de empresa y  la libertad del trabajo también apelan sistemáticamente a una Libertad de Expresión para justificarse”.

Para cerrar esta fase de su intervención, Obregón afirmó: “El Colegio de fue creado como una institución deontológica en 1980 y tiene entre sus fines defender la libertad de prensa, expresión y difusión del pensamiento, en todas sus formas y modalidades y propiciar elevar el nivel profesional y cultural de sus miembros, así como garantizar a sus miembros el ejercicio legal de la profesión….Y para eso hemos sido elegidos…¡Lo vamos a hacer, no tengan ninguna duda!” porque, precisó, “el Colegio de Periodistas no fue creado para incorporar amigos o benefactores”.

Se propone enderezar su imagen
Hizo una reseña de la tarea de su decanato: una comisión que depurará los padrones de la entidad para limpiarla de advenedizos, declaró al Colegio en emergencia y señaló que para salir de “esta crisis que heredamos con cero soles en las cuentas, deudas pendientes por pagar y múltiples problemas por resolver” ha dispuesto la congelación del pago de cotizaciones anteriores, y se comenzarán a cobrar el próximo año, simultáneamente con el ofrecimiento de servicios necesarios para los miembros porque “no podemos exigirles a ustedes colegas que paguen por servicios no recibidos”.

Por lo pronto, agregó, se iniciarán servicios de atención de salud gratuita para los colegiados y asesoría legal gratuita, para asuntos del ámbito laboral y relativos a la jubilación.

Además, reclamó a las autoridades y representantes de medios presentes recordar el cumplimiento de varias leyes: la 24522 que obliga a
tomar un seguro de riesgos profesionales, la 24527 que da al periodista el derecho a percibir pensión de jubilación, a partir de los 55 o 50 años de edad, según se trate de varones o mujeres, la 24724 que establece la jornada semanal de trabajo de 5 días o 40 horas semanales, y la 25101, mediante el cual ningún periodista puede ganar menos de tres sueldos mínimos vitales.

Anunció también un proceso de auditoría que permita evaluar la información económica y administrativa real de la Orden que deja la directiva saliente.


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