miércoles, 25 de diciembre de 2013

Los 15 años de El Gallito

Una portada color
rosa adornó edición
del cumpleaños

Todo comenzó el martes 17, en un acto aparentemente formal, protocolar y normal, pero los chispazos de humor, de alegría y de camaradería se hicieron notar muy pronto en el auditorio del Centro Cultural Peruano Norteamericano de Arequipa, escogido, cedido o no sé qué, para la celebración de los 15 años de El Gallito, ese “quincenario mensual de aparición semanal” cuyo director, editor, fotógrafo, reportero, publicista y chulillo de sí mismo es Álvaro “Lessness” Podestá Cuadros.

Álvaro "Lessness" con Andrés Luque y Grace Muñoz
Los presentadores, Andrés Luque y Grace Muñoz, ellos sí periodistas, describieron con eficiencia profesional desde su particular punto de vista los tres lustros de vida de El Gallito, longevo para tratarse de un ave familiar, y señalaron los méritos del humor, a veces negro, a veces gris, pero generalmente humor, de las ediciones de aquella publicación.

Para escuchar a Grace y Andrés, hubo un auditorio lleno, que El Galito, como le dicen a Álvaro  “Lessness”, aprovechó porque fue el finalista en el uso de la palabra. Hubo tanta gente que hasta un potencial “enemigo” de El Gallito, que tiene una academia de formación de líderes, estuvo presente, a pesar de que le ardería la escaldadura de una anterior nota en la revista del quincenario mensual en que, como se dice en criollo, le sacaban la mugre.

Cuestiona el reclamo de sus trabajadores
Grace llegó a decir que, luego de un análisis del periodismo humorístico peruano, El Gallito “con su pluma endemoniadamente deliciosa trae la verdad a nuestras manos” y por ello le deseaba una larga existencia porque debe seguir “cantándonos la verdad”.

Andrés Luque, muy académico, habló de la frustración  que causa entre los ciudadanos, la mala actuación de las autoridades y dijo que frente a ello, “tenemos a El Gallito”, que proporciona “una función catársica, en que podemos sacar esa rabia que tenemos y en lugar de distribuir ajos y cebollas y empezar a mentar la madre, el humor nos permite sacar todo lo que tenemos adentro”.

Los personajes que hacen
la historia
Acusó a El Gallito de  ser cultor de un humor negro que no es nada fácil, porque es una “línea muy delgadita entre lo trágico y lo humorístico”, pero que cumple una función por lo cual que “estamos agradecidos con ‘Lessness’ porque frente a la triste realidad de nuestros políticos, nos permite reír con sus notas, sus dibujos lo cual nos hace vivir un poco mejor en esta ciudad que tanto queremos”.

A los 15 años de El Gallito también concurrió lo que el humor popular de la Blanca Ciudad, representado honorablemente en ese auditorio, llamó la “portátil”, un grupo de señores invitados por el papá de El Gallito –o sea yo– con quienes compartió aula y carpeta en el glorioso colegio Nacional de la Independencia Americana.

Finalmente le tocó hablar al “quinceañero” quien se disculpó en alemán, por no haber preparado su discurso y luego le echó la culpa a varios personajes, entre ellos a su papá que acababa de llegar de Lima y a varios otros que no estaban presentes.

En un inusual gesto de caballerosidad y galantería, agradeció a la periodista Martha Valencia, funcionaria del Centro Cultural Peruano Norteamericano por haberle proporcionado este escenario para la celebración del cumpleaños.

Cumpleaños con amplia difusión
Advirtió que iba a hacer una descripción de la revista porque no quería hablar mucho porque leía mejor de los que hablaba, dijo, y así lo hizo, durante unos 40 minutos de una exposición muy amena, en realidad, de la historia de El Gallito, la edición “normal”, que llama quincenario mensual y de la revista que tenía entre las manos.

Agradeció también a los medios de comunicación que habían dado una buena cobertura al cumpleaños de El Gallito y ofreció datos sobre la difusión del periódico y la aceptación nada previsible que la sociedad de Arequipa le había ofrecido.

Hizo una confesión. Se sentía “atrapado entre sus mentiras y sus medias verdades”, que son el soporte fundamental de sus publicaciones. Mencionó la fecha de 1988 como la de aparición de El Gallito y luego se arrepintió. “Me he pajareado aquí”, dijo. Porque la fecha de nacimiento de la publicación es 1998. Y la gente festejó con risas y aplausos su equivocación.

La fiesta terminó en el Bistro con 'maíz chanca'
Sin ninguna señal de formalidad ni protocolo, el acto se cumplió entre frases ingeniosas que animaron la risa de la gente, todas dentro de un tono familiar de conversación, recordó algunos titulares de El Gallito algunos de los cuales, dijo, provocaron que la comunidad camaneja lo declarara persona no grata.

Entre los títulos que provocaron semejante medida estaba aquel que proclamaba que Camaná reclamaba su salida al mar y que la comunidad científica de esa linda ciudad había enviado un cohete al sol, pero de noche para que no derritiera al alcanzar su objetivo.

Algunos dijeron que Álvaro “Lessness” se gana la vida con un periodismo mentiroso, pero otros señalaron que dentro de su carácter especial de tratar la información, descuella la irreverencia con que señala las obras de autoridades y políticos en el poder y fuera de él.

También hubo bocaditos de los otros
Por lo demás, y sin que esto signifique un elogio ni una forma de disimular las características antiperiodísticas de la publicación, debe señalarse que es el único periódico cuya numeración ha roto todas las sagradas tradiciones que norman esa práctica.

Así, pues, El Gallito tiene ediciones numeradas 16 ½, 20 ½, 59 ½, 199 ½, 199 ¾,  o 299 7/8, 299 5/4, y 299 1/7, entre otros pecados editoriales. El director de tan extraña publicación dijo en su discurso que calculaba que entre estas y las ediciones con números normales habían sido entregadas al público –regaladas será la palabra exacta– unos 365 mil ejemplares, lo cual no deja de ser una cifra extraordinaria.

Vale la pena recordar que el personal que trabaja para El Gallito, formuló públicamente un reclamo salarial a través de un cartel cuyo texto reproduzco para favorecer un real conocimiento del asunto: “Sindicato Único de Diseñadores Gráfico de El Gallito (o sea el Elvis, el Alexei y el Víctor)” y reclama en alta voz seguidamente: “¡Gallito, paga, pe – Huelga de maouses caídos – Si no hay solución te sacamos el ancho (No rima pero pega)”     

Le auguraron buen futuro
En su discurso, Álvaro “Lessness” desoyó el reclamo de sus trabajadores y, por el contrario, señaló que ellos debían pagarle por el honor de trabajar con él.

Porque, al respecto, disparó una frase célebre amenaza hacerse célebre: “El Gallito es la expresión más clara de cómo hay que vivir la vida para que la vida no lo viva a uno”.

Para finalizar, el creador de la singular publicación que, dicho en honor a la verdad, ya tiene una duración que muchos medios periodísticos que nacen, duran poco y tienen una muerte anónima, envidiarían, sobre todo en una sociedad como la nuestra que lee poco. Debe ser, digo, por el hecho de que El Gallito, llega gratis a sus lectores. ¡Así cualquiera, no? (Luis Eduardo Podestá).


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