jueves, 21 de octubre de 2010

Arequipa dejó de ser pobre

Fue golpeada por la crisis
internacional pero no está
en el mapa de la pobreza


Aunque parezca mentira ciertas zonas de Arequipa quisieran ser consideradas pobres porque lo son, y tendrían determinadas ventajas otorgadas por el mundo y el gobierno a los que sí figuran en el llamado mapa de la pobreza. Y ellas no están.

En el Día Mundial de las Estadísticas, Silvia Pacheco, jefa del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) dio a conocer cifras según las cuales, la pobreza se elevó en Arequipa, entre 2008 y 2009 de 19.5 a 21, pero como el promedio nacional para considerarse pobre es del 35 por ciento, esa región no puede considerarse pobre.

Arequipa: Mapa de la pobreza (INEI)

La funcionaria dijo que, por el contrario, Arequipa es una ciudad cuya Población Económicamente Activa (PEA) presenta los mejores índices de educación que llegan a 38 por ciento y presenta, asimismo, un menor índice de embarazos en adolescentes, otro dato significativo para medir los niveles de pobreza.

Pacheco dijo también que de acuerdo con los expertos estar en el mapa de pobreza es indispensable para programar los programas sociales, “por lo que su mala conducción podría traer errores”, y significarían que se está apoyando a quienes no lo necesitan.

Y allí es donde entra a tallar el programa Crecer (antes Juntos) de doña Pilar que no dará ni un sol de los cien que acostumbra, a quienes no residan dentro de las zonas marcadas como pobres en el malhadado mapa del INEI.

En el Perú hay 638 distritos considerados pobres, según la enterada palabra del INEI y la mayor parte de ellos está localizada en las regiones de Cusco, Lima –aunque usted no lo crea, a pesar de la cercanía del Palacio de Gobierno–, Loreto, Abancay y Puno.

La pobreza se concentra en las zonas altas

Silvia Pacheco anota que aunque “los parámetros de pobreza” en esos lugares se han reducido, “siguen siendo las zonas más golpeadas”, en las cuales los índices de pobreza se alzan hasta un 70 por ciento, por ejemplo, en la Región Cusco, donde se encuentran los distritos más pobres de los pobres del país.

Según el sesudo análisis de la experta, el incremento de los índices de pobreza en la Región Arequipa “es repercusión de la crisis económica internacional” –¡cómo no iba a ser!– porque sus exportaciones experimentaron bajas el año pasado.

Como en los últimos años Arequipa ha sido una de las zonas más productivas y competitivas, y muchas familias viven de las exportaciones, ante la crisis, “su poder adquisitivo se redujo”.

Fuera de bromas, Silvia Pacheco dijo que “las provincias de La Unión, Castilla y Condesuyos, reflejan alto grado de desnutrición y pobreza y –a pesar de ello– no están incluidas en programas de ayuda social”.

Dio otro dato que debe tenerse en cuenta. La tasa de fecundidad en Arequipa creció de 2.2 hijos por mujer el año 2000 a 2.3 hijos por mujer. “No es lo mismo mantener dos hijos que uno”, apuntó, “y eso disminuye la calidad de vida entre las familias”.

Juan Manuel Guillén de nuevo: responsabilidad ante la pobreza

“No somos pobres, pero habría que analizar la calidad de vida entre los grupos sociales… habría que ver entre los no pobres, qué tipo de educación recibe una persona de ciudad y una de zona rural”, reflexionó al completar su informe.

Todo esto nos deja con un sentimiento contradictorio de satisfacción por no tener necesidades urgentes, pero sí saber que otros, muy cerca, las tienen. Hay que pedirle entonces a Juan Manuel, que en este nuevo periodo de su gobierno, se ocupe aquellos que en ciertas zonas de la región no quisieran ser pobres pero lo son.


Luis Eduardo Podestá

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