lunes, 4 de mayo de 2015

Le dan a obispo con su misma moneda

Criticó en Tacna las fiestas con
alcohol y le retrucan que cobra
charlas a 30 soles por persona

No había terminado el obispo de la Diócesis de Tacna y Moquegua, Marco Antonio Cortez, de disparar una severa reprimenda sobre los 120 mayordomos de otras tantas fiestas de la cruz, por el alcohol y los bailes que corrían en la ocasión, cuando Albino Cruz, organizador de la fiesta en el pueblo de Intiorko le reclamó por el desmedido cobro de 30 soles por persona, por ofrecerles charlas sobre la fe.

La bendición de las cruces en Tacna
Así lo informó la edición local del diario La República, a través de su corresponsal en Tacna, quien señaló que el religioso “lanzó una fuerte reprimenda a la feligresía que participa de la festividad religiosa de las cruces. Esto en alusión al consumo de alcohol y otros excesos que se dan en el marco de esta fiesta”.

El corresponsal informó que asistieron a la catedral de la ciudad heroica 120 alferados (nombre que se da a los mayordomos o devotos encargados de la organización de la festividad) para que el prelado bendiga las cruces a las que los pueblos rinden homenaje en estas semanas de mayo, en el cumplimiento de una antigua tradición.

Fue allí, en la homilía de la misa durante la cual se bendijeron las cruces, que Cortez emitió el severo discurso en que acentuó que "depende de ustedes que no los tilden de paganos. La Iglesia no es supermercado de objetos religiosos. No se alquila, ni venden (sic). Celebramos con el mejor espíritu de fe, que se expresa en fiesta, pero esta fiesta y baile, no son la razón de la Cruz", señaló Cortez, de acuerdo con la versión del diario.

Una tradición muy arraigada
El informe dice que “los alferados concordaron con el obispo”, pero “sin embargo, pidieron que  no se cobre las charlas que les imparten para asumir ese papel.

Un devoto resultó respondón
Más claro fue el mayordomo de Intiorko: “El cobro de 30 soles por persona por tres charlas es elevado. Por las misas que se hacen por cruz, no nos quejamos porque siempre se da una colaboración", declaró Albino Contreras, en alusión a las contribuciones de los fieles de cada pueblo para pagar la misa,

En los pueblos andinos, donde la fiesta de la cruz se halla muy arraigada, los mayordomos invitan a un sacerdote para que oficie una misa y participe en la procesión, cuando no tienen un capellán propio en su templo.

Todos los gastos son responsabilidad del mayordomo o alferado. Si este es una persona o familia pudiente, dispone de sus propios fondos para que la fiesta sea mejor que el año anterior, pero si se trata de alguien que carece de fortuna, debe recurrir a la organización de determinadas actividades en el curso del año precedente, a fin de acopiarse los dineros que implica pagar la festividad religiosa, la misa, la procesión, la "entrada de ccapo" y la fiesta en que abundan la comida y el licor.


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