Los dos socios dan un paso atrás

Hugo con ley universitaria,
Evo con precio de gasolina



Los dos socios bolivarianos no la vieron muy clara en los últimos días. Evo, en el Altiplano tuvo que dar marcha atrás ante las protestas que le llovieron y que amenazaron con su destitución, cuando dio un decreto de aumento del precio de los combustibles.

Tienen su propia procesión

Ahora, Hugo en Venezuela, no ha retirado sino ha optado por una saludable “rectificación”, ante las protestas desencadenadas por su ley universitaria, que terminaba con su autonomía y daba poder al gobierno sobre los claustros estudiantiles. Los universitarios consideraron que se acabó para ellos el concepto de universidad para introducir el “pensamiento único”, es decir, el pensamiento Hugo.

Sin entrar en comparaciones odiosas, hay que recordar el llamado “pensamiento Gonzalo”, concepción filosófica que quería implantar en el Perú de hace varias décadas el "presidente" que hoy purga sentencia perpetua, y que consistía en obligarte a pensar en una sola dirección bajo la amenaza de muerte por un tribunal popular.

Hugo también quiso elevar el Impuesto al Valor Agregado (IVA), sobre la cual sectores ciudadanos han señalado que solo es una forma de incrementar los fondos para la campaña presidencial chavista que se aproxima y que, a la larga no sería más que un factor que desataría la inflación.

Socios en tienpos difíciles

Todo este fenómeno en el marco político creado por la instalación de la nueva Asamblea Nacional Venezolana, donde la oposición tiene mayoría pero no manda y se verá sometida a frecuentes pruebas de sagacidad y valentía para mantener sus fueros parlamentarios.

Hay quienes dicen que la Asamblea que se instala ”tendrá las manos atadas” ya que hace pocos días, los adictos a Chávez le regalaron una ley que le da poderes para legislar por decreto en un amplio abanico de materias, y un reglamento parlamentario que reduce a la mitad la cifra de sesiones, cuatro en lugar de las ocho mensuales anteriores.

Los próximos días y semanas serán cruciales para la vida institucional de Venezuela y de nuestro vecino Bolivia.


Luis Eduardo Podestá