martes, 9 de noviembre de 2010

El alfabeto perdió dos letras




Para el nuevo diccionario de la
Real Academia no hay ch ni ll


Cuando salga “antes de navidad”, la nueva versión del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), muchos conservadores del idioma que no estén advertidos van a sufrir un shock o golpe en sus tradiciones lingüísticas.

Dicen que la nueva edición de la Ortografía de la Real Academia Española, “trata de ser, como dice su coordinador, Salvador Gutiérrez Ordóñez, ’razonada y exhaustiva pero simple y legible’. Y sobre todo ’coherente’ con los usos de los hablantes y las reglas gramaticales”. El académico afirma en que no se trata de cambios absolutos o revolucionarios, sino únicamente de innovaciones y actualizaciones, es decir, una “reforma” con relación a la anterior versión del diccionario de 1999.

La comisión que agrupa a las Academias de la Lengua Española de todo el mundo se reunió el pasado miércoles 4 en San Millán de la Cogolla, (España, por supuesto) y aprobó el texto básico de la nueva Ortografía.

La ratificación de ese acuerdo preliminar de San Millán de la Cogolla, tendrá lugar en la Feria del Libro de Guadalajara (México) el domingo 28 de este mes donde se reunirá la asamblea de las 22 academias.

Por de pronto, como consecuencia de la eliminación de la ch y la ll el abecedario sufre un recorte y quedará solo con 27 letras. Las ch y la ll ya no son letras sino, como lo anticipó la ortografía de 1999, serán consideradas dígrafos, esto es, "signos ortográficos de dos letras".

En esta mesa de la Real Academia se decide cómo debemos hablar y escribir

Además hay sorpresas y confirmaciones. Por ejemplo, se reafirma que solo se escribirá sin tilde. Ya no habrá aquella diferencia a la que muchos tradicionalistas se apegaban de poner tilde en sólo “cuando remplazaba a solamente”, como nos decían nuestros maestros. Del mismo modo los pronombres ese, este, esta ya no llevarán tilde jamás.

Y ya que estamos en eso, recordemos que definitivamente no hay que tener miedo –como lo tienen muchos escritores, periodistas y analistas en diarios, revistas y libros–, de escribir remplazar y sus derivados con una sola e, ya que está autorizado por la Real Academia desde hace varios años, pero no se practica en la medida que fuera deseable.

En la nueva versión, según anuncian los que saben, la q se inclina y cede el paso a la c simple y lironda. Así, Qatar o Katar, aquel pequeño estado a la orilla del Golfo Pérsico, cambiará para nosotros de nombre, pues se escribirá simplemente como Catar y el pomposo quórum asumirá una sencillez franciscana con cuórum.

Estará prohibido nombrar a la y como i griega y se legaliza lo que mis maestros primariosos decían. Ese signo es la y (se pronuncia ye). Y la modesta i solo se llamará i, ha decidido la Academia (y quiénes somos usted y yo para oponernos).

En honor a la sencillez, el nuevo DRAE señala que algunas de nuestras letras que tenían varios nombres como la b a la que se llamaba b alta, b larga o b de burro, y la v que llamábamos v chica, v corta, v dentilabial o v semilabial y v de vaca, solo se llamarán b la b, uve la v y doble uve la w. Y no me explico por qué uve cuando se debieron llamar simplemente b larga y v chica. Pero ¡allá ellos!

También señalará el nuevo diccionario que monosílabos que mantenían su tilde como en guión, truhán, huí, fié, riáis la pierdan. La nueva ortografía española le ordena que, a partir de la presentación en sociedad del diccionario, se escriba guion, hui, riais, truhan y fie sin tilde. Cualquier infracción a la norma será considerada falta de ortografía.

Hasta hace unos días, escribía con remordimiento de conciencia por considerarla antinatural e intrusa, la ó con tilde entre los números como decía la antigua ortografía.

Probablemente, dice un académico, la vieja regla se ponía en el caso de que antes solo escribíamos a mano y era difícil distinguir entre un cero y una letra o. Como ahora los dígitos y letras son perfectamente distinguibles en las computadoras, la Academia ha tenido a bien retirar la tilde de esa o antipática, que, de paso, era la única excepción entre todas las letras, de llevar ella sola, solita, una tilde de adorno. Ahora usted puede escribir 4 o 5, 15 o 17, sin tilde y sin temor a equivocarse.

También da una regla sobre los prefijos, y si usted escribía ex presidente o ex-presidente, deberá omitir el espacio y el guion y juntar ambos vocablos y escribir simplemente expresidente, exministro, exseñorita Mundo, y así hasta el infinito.

Novedades en el recientemente aprobado diccionario hay para hartarse y divertirse e iremos conociéndolas conforme discurran las semanas, hasta antes de navidad, cuando será puesto en vigencia con todo su rigor.

Luis Eduardo Podestá




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