jueves, 8 de julio de 2010

Sonda y asteroide se citan en el cosmos

El sábado en la noche se
encuentran Rosetta y Lutetia
a 450 millones de kilómetros



El cercano sábado 10 tendrá lugar en el espacio sideral, a unos 450 millones de kilómetros de la Tierra, un encuentro entre un probable futuro destructor de la vida del planeta, el asteroide Lutetia, y la sonda Rosetta, enviada por la Agencia
Espacial Europea
(ESA).

La cita fue pactada solo para tomar fotografías y se producirá cuando Rosetta llegue a un punto entre las órbitas de Marte y Júpiter. Rosetta, desde prudentes 3,200 kilómetros estará frente a Lutetia a las 9.45 de la noche, hora peruana (15.45 GMT) y está programada para una sesión fotográfica de dos horas.

Rosetta frente al pequeño asteroide Steins


Las fotos serán enviadas a la Tierra y recibidas por la ESA proporcionarán los datos necesarios para impedir que el asteroide llegue de malos modos hasta nosotros y provoque un cataclismo de dimensiones tan espectaculares como el que causó la desaparición de los dinosaurios.

Lutetia, denominado así por el nombre original de París, ya que lo descubrieron astrónomos franceses en 1852, es un cuerpo macizo de más de cien kilómetros de diámetro, informó Gerhard Schwehm, director de la misión Rosetta en la ESA.

Rosetta fue lanzada al espacio en 2004 para encontrarse en 2014 con el cometa Churyumov-Gerasimenko, pero en el camino, en 2008, hizo una incursión por los alrededores del cinturón de asteroides donde se agrupan miles de cuerpos rocosos de distintas formas y tamaños y de donde de cuando en cuando se desprenden algunos que son atrapados por la gravedad de algunos planetas, entre ellos, la Tierra, y se convierten en una amenaza contra nuestra existencia.

Churyumov-Gerasimenko se encuentra a 675 millones de kilómetros de la Tierra y en su superficie Rosetta depositará un pequeño laboratorio cuyas señales informarán sobre la composición y la trayectoria que siga a través del espacio.

Imágenes de Steins captadas por Lutetia


En su camino por el cosmos, Rosetta se encontró ya con misiones imprevistas como en encuentro, a unos 800 kilómetros de distancia con el asteroide Steins, de menos de seis kilómetros de diámetro, y acercarse a las órbitas de la Tierra y Marte para aprovechar su gravedad y reimpulsarse en su camino de búsqueda de los cuerpos que le han ordenado investigar.

Los científicos esperan que Rosetta envíe el sábado datos sobre la composición, forma, trayectoria y dimensiones precisas del Lutetia, que tras procesarse en la ESA “quizá algún día puedan salvarnos la vida”, según apuntó la periodista española Judith de Jorge y, asimismo, contribuir a informarnos sobre cómo se formaron los planetas de nuestro barrio cósmico.

En el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) en Darmstadt, Alemania, se dice que la llegada de Rosetta a Lutetia es “una ocasión soñada para observar el cuerpo primitivo que constituye el asteroide”, porque ese cuerpo errante es un testigo del pasado del sistema solar.

Rita Schulz, científica del proyecto Rosetta, dijo a la prensa europea que “si Lutetia es un asteroide metálico, habremos ganado la lotería”. Francis Rocard, del Centro Nacional francés de Estudios Espaciales (CNES), corroboró esa esperanza porque los cuerpos de “tipo M (metálico), son muy raros, no se sabe nada de ellos”.

Para los científicos, la desaparición de la Tierra de la faz del universo ya es una muerte anunciada. Se producirá cuando un asteroide de buen tamaño se estrelle contra su superficie y provoque el gran cataclismo que oscurezca el sol y sepulte bajo sus crecidas aguas y sus escombros todo lo que la humanidad construyó... a menos que una Rosetta tenga la amabilidad de salvarnos.


Luis Eduardo Podestá
(Con datos de la prensa europea)

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