lunes, 30 de mayo de 2011

Santa Catalina en un sol de oro






Diez millones de monedas
llevan imagen del convento
abierto después de 390 años




Una pequeña parte del famoso
convento de Santa Catalina, se difunde a través de diez millones de monedas de un nuevo sol, en circulación desde el 20 de mayo pasado.


Esta es la quinta moneda sobre un motivo peruano, acuñada por el Banco Central de Reserva para su Serie Numismática Riqueza y Orgullo del Perú. Como es habitual el anverso exhibe motivos institucionales.

Patio florido del monasterio

La otra cara de la moneda muestra una parte mínima del conjunto arquitectónico del monasterio de Santa Catalina, la Plaza Socodober y su pileta de piedra. El diseñador se ha dado maña para incluir la fachada de una celda y parte de la cúpula de la iglesia.

El monasterio de Santa Catalina, convento de clausura hasta el 15 de agosto de 1970 en que fue abierto al público, 390 años después de su creación, es el único del mundo que tiene una ciudadela de estilo medieval español en su interior, construida con "elementos españoles y nativos, a tal punto que generan una creación propia".

Callecita de la vieja España

Originalmente fue destinado a albergar a las hijas con vocación religiosa de familias distinguidas. Fue inaugurado el 2 de octubre de 1580, bajo la advocación de Santa Catalina de Siena, como convento de clausura absoluta.

La historia refiere que el Cabildo le destinó cuatro solares de propiedad de la ciudad, lo que en términos actuales significa un área de unos 20 mil metros cuadrados. Recibió el terreno doña María de Guzmán en su calidad de "primera pobladora y priora de dicho Monasterio", el 10 de setiembre de 1579.

Las celdas de las novicias y monjas se hallan distribuidas a lo largo de seis calles y un pasaje, con nombres como Málaga, Córdova, Toledo, Sevilla, Burgos y Granada.

Al visitante que llega por primera vez al Convento, hay que aconsejarle que se dé un tiempo para un paseo por la pinacoteca que contiene una bien conservada colección de pinturas de la escuela cusqueña con influencia de Zurbarán, dedicada a santos y escenas religiosas.

El visitante tampoco debe irse sin ver la celda de la Beata Sor Ana de los Ángeles Monteagudo, autora de comprobadas 68 predicciones y milagros y a quien, promovida al priorato, las monjas de su tiempo criticaban duramente porque no podía ocupar tan alto cargo una persona que "no sabía leer ni escribir".

Sí sabía rezar mucho, imponer tales reglas de austeridad que todas las monjas eliminaron las joyas de sus hábitos. También supo hacer milagros que favorecieron a gentes que no tenían nada que ver con la vida religiosa.

En fin, ir a Arequipa y no visitar Santa Catalina sería como casarse y renunciar a la luna de miel.


Nota del autor – Este artículo fue publicado
en el diario El Peruano el 30 de mayo de 2011.

Luis Eduardo Podestá



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