Cápsula Osiris-Rex cruza
la atmósfera terrestre a
velocidad de una bala
ayudar a descifrar origen de la vida
“A esas velocidades, la
cápsula se convirtió en una bola de fuego en el cielo, pero un escudo contra el
calor y un paracaídas frenaron el descenso, convirtiéndolo en un suave
aterrizaje en el desierto de Utah”, precisó el despacho.
El corresponsal añadió que “la cápsula trae un cargamento precioso: un puñado de polvo recolectado del asteroide Bennu, una roca espacial del tamaño de una montaña que puede darnos información clave para responder a una de las preguntas más profundas para los humanos: ¿de dónde venimos?”.
“Cuando tengamos los 250 g del asteroide Bennu, estaremos viendo material que existía antes que existiera nuestro planeta, incluso algunos granos podrían ser más viejos que nuestro sistema solar”, le dijo al corresponsal el profesor Dante Lauretta, investigador principal de la misión.
El científico describió las interrogantes que la ciencia se plantea: “Estamos tratando de rastrear nuestros inicios. ¿Cómo se formó la Tierra y por qué es un lugar habitable? ¿De dónde viene toda el agua de nuestros océanos? ¿de dónde viene todo el aire que existe en nuestra atmósfera? Y de manera más importante, ¿cuál es la fuente de todas las moléculas orgánicas que componen la vida en la Tierra?”.
La BBC añadió que “la
creencia que prevalece es que muchos de los componentes clave para la vida
llegaron a nuestro planeta durante una época muy temprana de la historia de la
Tierra en una lluvia de meteoritos, muchos de ellos a lo mejor parecidos a
Bennu”.
Recordó que “la travesía para conseguir los fragmentos de Bennu comenzó en 2016, cuando la Nasa lanzó la nave Osiris-Rex hacia el objeto de 500 metros de diámetro”.
Relató que “le tomaría dos años llegar al cuerpo rocoso y otros dos años más se dedicaron a cartografiarlo, antes de que el equipo de la misión pudiera identificar con confianza un lugar en la superficie de la piedra espacial en el que recoger una muestra de “tierra”.
El papel de Brian May
Jonathan Amos escribió luego que “alguien clave a la hora de tomar esa decisión fue la leyenda británica del rock y astrofísico Brian May. El guitarrista de Queen es un experto en mapeo de imágenes estéreo”.
Anotó enseguida que May “tiene la habilidad de alinear dos imágenes con diferentes ángulos de un mismo objeto para dar un sentido de perspectiva, formando una escena 3D. Él y su colaboradora Claudia Manzoni hicieron esto para elaborar la lista final de lugares en Bennu en los que recoger muestras. Ellos definieron los lugares más seguros para el acercamiento.
El corresponsal informó
que “el momento de la captura de la muestra, el 20 de octubre de 2020, fue
increíble”.
“Osiris-Rex descendió hasta el asteroide, sosteniendo su mecanismo de agarre al final de un palo de tres metros de longitud”, describió.
Añadió que “la idea era darle un golpe a la superficie de la roca y, al mismo tiempo, soltar un soplido de gas de nitrógeno para levantar polvo. Pero lo que ocurrió después fue un shock”.
Anotó que “cuando el mecanismo hizo contacto, la superficie se partió como un fluido. Para cuando el gas se disparó, el disco ya estaba 10 cm por debajo. La presión del nitrógeno abrió un agujero de 8 mts de diámetro. El material voló por todos lados, pero lo importante es que parte cayó en la cámara de recolección”.
Viaje de 7000 millones de kilómetros
“Así que aquí estamos”, se felicitó, “Osiris-Rex entregó la muestra de Bennu al final de lo que ha sido un viaje de ida y vuelta de siete años y de 7.000 millones de kilómetros”.
Anunció que “la cámara será llevada al Centro Espacial Johnson, en Texas, donde se ha construido un cuarto especial dedicado al análisis de las muestras”.
“El doctor Ashley King
del Museo de Historia Natural (NHM) de Londres, será uno de los primeros en
poner sus guantes sobre el material. Forma parte del equipo “mirada rápida”,
que será el que haga el análisis inicial”, dijo la BBC.
“Traer muestras de un asteroide no es algo que hagamos muy a menudo. Así que quieres hacer esas mediciones iniciales y quieres hacerlas muy bien. Es muy emocionante”, declaró King.
La BBC subrayó que “la Nasa ve a Bennu como la roca más peligrosa del sistema solar. Su trayectoria en el espacio hace que sea el asteroide con mayores probabilidades de impactar a la Tierra del que se tenga conocimiento”.
“Pero no hay que asustarse, las probabilidades son muy bajas, parecidas a que lances una moneda al aire y te salga cara once veces seguidas. Y un impacto no ocurriría el próximo siglo”, anotó.
Luego, el corresponsal escribió que “Bennu seguramente tenga agua, y bastante: al menos el 10% de su peso, y toda en sus minerales. Los científicos intentarán ver si las proporciones de los distintos tipos de átomos de hidrógeno en esta agua es parecida a la de los océanos de la Tierra”.
Apuntó que “si, como
creen algunos expertos, la Tierra temprana estaba tan caliente que perdió gran
parte de su agua, el encontrar una coincidencia de H2O en Bennu podría impulsar
la idea de que un bombardeo posterior de asteroides tuvo gran relevancia en
darles volumen a nuestros océanos”.
“También es posible que Bennu contenga entre 5% y 10% de su peso en carbono. Aquí radica gran parte del interés. Como sabemos, nuestro planeta se basa en la química orgánica. Al igual que el agua, ¿habrán llegado las moléculas desde el espacio para que empezara la biología en la joven Tierra?”, se preguntó.
“Uno de los primeros análisis que se les harán a las muestras incluirá hacer un inventario de todas las moléculas basadas en carbono que contenga”, le dijo la profesora Sara Russell.
La científica añadió: “Sabemos, a través de estudiar meteoritos, que los asteroides probablemente contienen distintas moléculas orgánicas. Pero en los meteoritos, muchas veces están bastante contaminadas, así que estas muestras nos dan una oportunidad de descubrir realmente cuáles son los componentes orgánicos prístinos de Bennu”.
El profesor Lauretta agrega: “De hecho, nunca hemos buscado en los meteoritos los aminoácidos de las proteínas por este problema de la contaminación. Así que creemos que realmente vamos a avanzar en nuestro entendimiento de lo que llamamos la ‘hipótesis de entrega exógena’, la idea que estos asteroides fueron la fuente de los bloques fundacionales de la vida”.
El informe de Jonathan
Amos contó con el apoyo de reportería adicional de Rebecca Morelle, Alison
Francis y Kevin Church
(Imágenes de la Nasa,
BBC Mundo y GettyImages)
www.podestaprensa.com
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