martes, 26 de enero de 2010

A 27 años de la masacre de Uchuraccay

Flores y oraciones en recuerdo
de los periodistas caídos en
cumplimiento de su misión




Altos dirigentes de la Federación de Periodistas del Perú (FPP) y de la Asociación de Reporteros Gráficos del Perú (ARGP) rindieron una vez más, como lo hacen desde hace 27 años, un sentido homenaje a los ocho periodistas que murieron en el cumplimiento de su misión, asesinados, en la lejana aldea de Uchuraccay, Ayacucho.

Bernardino Rodríguez y Óscar Medrano colocan las ofrendas


Ofrendas florales y oraciones fueron depositadas ayer lunes ante el mausoleo a los Mártires de Uchuraccay”, en un homenaje durante el cual, Bernardino Rodríguez Carpio, presidente de la FPP y Óscar Medrano, presidente de la ARGP, pronunciaron palabras de homenaje y recordaron el suceso.

Rodríguez pidió paz social, pero no impunidad para los autores de la masacre. Pidió sean declarados héroes civiles los caídos en Uchuraccay porque perdieron la vida desafiando el peligro para transmitir al pueblo la verdad.

El presidente de la FPP en su oración fúnebre


Por su parte, Medrano recordó que luego de ellos, muchos otros crímenes de periodistas fueron cometidos en esas horas de violencia demencial. Reclamó una nueva investigación y se establezcan responsables, “lo que no significa que se manchen instituciones”.

Familiares de las víctimas acompañaron a los dirigentes de la FPP y de la ARGP, en el homenaje desarrollado en el cementerio “El Angel” y desde allí reclamaron una vez más saber la verdad y establecer responsables.

La aldea de Uchuraccay en 1983


En la víspera de la conmemoración del trágico aniversario de su trágica muerte cuando buscaban conocer la verdad sobre los enfrentamientos entre tropas del ejércitos y subversivos terroristas, en las alturas de Ayacucho, la FPP emitió un siguiente manifiesto en el que recuerda la tragedia y declara que “Hay heridas que jamás cierran”.

El documento expresa que en esta fecha “la Federación de Periodistas del Perú recuerda con dolor lo ocurrido con un puñado de dignos colegas y declara la necesidad de crear las condiciones propicias para la afirmación de la paz social de todos los peruanos”.

El rescate de los caídos


Añade que “la magnitud de tan alevoso crimen puso en el mapa del mundo el nombre de un ignoto pueblo ubicado en las alturas del Perú y desde entonces los periodistas comenzamos a morir de indignación y pena” y que “transcurren los años y seguimos muriendo, poco a poco, porque hay heridas que jamás cierran”.

Luego reflexiona: “Pero la indignación y la pena serán infecundas si no surge a tiempo una reacción capaz de canalizar positivamente las reservas morales del periodismo peruano hacia un plano de concertación orientado hacia la paz interna”.

“No puede haber olvido ni perdón, pero sí es necesario procurar un punto de equilibrio político que permita acelerar el desarrollo económico y social del país”. declara.

Recuerda que “nuestros hermanos sacrificados horrendamente en Uchuraccay no fueron los únicos mártires del periodismo peruano, ni tampoco los últimos; pero la ofrenda de vidas de todos ellos dejó lecciones para hoy y marcó el rumbo para el futuro. A su paso, ellos dejaron estela y señalaron metas por alcanzar; pero ahora nos corresponde identificar las vías para lograr los mejores objetivos”.

“No podemos vivir anclados en el pasado sin asumir el riesgo de desviarnos de los grandes retos que impone la paz social, hacia la cual sólo se puede transitar con serenidad y grandeza”, añade el documento.

“En un país que aun afronta terrorismo, Uchuraccay, más que un mal recuerdo, debe ser un gran faro de orientación y una lección para evitar que se reinvente”, concluye.
El documento está suscrito por Bernardino Rodríguez, presidente y César Martín Barreda, secretario de Defensa Profesional.

lunes, 25 de enero de 2010

Uchuraccay: seguimos muriendo

FPP: pronunciamiento sobre
la masacre en que murieron
periodistas cumpliendo su misión




Desde el asesinato de los ocho periodistas y
un guía en la lejana aldea de Uchuraccay,
“los periodistas comenzamos a morir de
indignación y pena”, expresa el Comunicado
que emitió el directorio de la Federación
de Periodistas del Perú, que preside
Bernardino Rodríguez Carpio.


A continuación el texto completo del documento:




Comunicado

HAY HERIDAS QUE JAMAS CIERRAN


Al cumplirse un nuevo aniversario de la tragedia de Uchuraccay, la Federación de Periodistas del Perú recuerda con dolor lo ocurrido con un puñado de dignos colegas y declara la necesidad de crear las condiciones propicias para la afirmación de la paz social de todos los peruanos.

La magnitud de tan alevoso crimen puso en el mapa del mundo el nombre de un ignoto pueblo ubicado en las alturas del Perú y desde entonces los periodistas comenzamos a morir de indignación y pena. Transcurren los años y seguimos muriendo, poco a poco, porque hay heridas que jamás cierran.

Pero la indignación y la pena serán infecundas si no surge a tiempo una reacción capaz de canalizar positivamente las reservas morales del periodismo peruano hacia un plano de concertación orientado hacia la paz interna.

No puede haber olvido, ni perdón, pero sí es necesario procurar un punto de equilibrio político que permita acelerar el desarrollo económico y social del país.

Siete de los ocho colegas caídos


Nuestros hermanos sacrificados horrendamente en Uchuraccay no fueron los únicos mártires del periodismo peruano, ni tampoco los últimos; pero la ofrenda de vidas de todos ellos dejó lecciones para hoy y marcó el rumbo para el futuro. A su paso, ellos dejaron estela y señalaron metas por alcanzar; pero ahora nos corresponde identificar las vías para lograr los mejores objetivos.

No podemos vivir anclados en el pasado sin asumir el riesgo de desviarnos de los grandes retos que impone la paz social, hacia la cual sólo se puede transitar con serenidad y grandeza.

En un país que aun afronta terrorismo, Uchuraccay, más que un mal recuerdo, debe ser un gran faro de orientación y una lección para evitar que se reinvente.



Lima, 23 de enero de 2010



Bernardino Rodríguez C., Presdiente

César Martín Barreda, Secretario Nacional de Defensa

Keiko cae en las encuestas... pero

Abogado del ex dictador presenta
cuatro hábeas corpus diversivos



Mientras los medios publican los resultados de un sondeo de opinión acusando una severa baja en la intención de voto a favor de Keiko Fujimori, hija del ex dictador, quien pretende la presidencia de la República para indultar a su papi, el abogado defensor del ex dictador sentenciado a 25 años por delitos de lesa humanidad y secuestro, presentaba nada menos que cuatro hábeas corpus lo que ha sido calificado como una inútil maniobra orientada a confundir a la opinión pública.

Frente al primero de estos episodios, el abogado de la parte civil, Carlos Rivera ha salido al frente para señalar contundentemente que el juicio al condenado ex dictador Alberto Fujimori solo podría ser revisado si “los muertos aparecieran vivos” y eso es imposible.

Lo propio fue afirmado por el presidente de la Corte Suprema, doctor Javier Villa Stein, cuando la prensa le preguntó al respecto, ante las insistentes declaraciones del abogado del condenado ex presidente sobre presuntas revisiones del proceso.

El doctor Villa Stein también afirmó con destacable firmeza,.que la única posibilidad para una revisión de la sentencia es que los muertos de Barrios Altos y La Cantuta “aparezcan vivos”.


Euforia ciudadana ante la sentencia


Rivera dijo en una radio local que Nakazaki “juega a crear falsas expectativas y a confundir a la opinión publica tratando de hacer aparecer como que el juicio no terminó, como que hay muchas instancias y queda mucho pan por rebanar. El juicio ha terminado y el estudio Nakazaki ha perdido el juicio”, remarcó.

De modo que la sentencia es inamovible y el abogado solo juega a no perder su trabajo –ya perdió el juicio– y a mantener viva una llamita de esperanza inexistente porque las puertas de la justicia tiene ya se cerraron para el ex dictador.

Un indicio de que la opinión pública está dándose cuenta de la verdadera cara de la candidatura de Keiko es que su posición en las encuestas ha bajado en Lima y Callado, donde, según Datum, tiene un escaso 11.5 por ciento, muy detrás de Luis Castañeda, alcalde de Lima que se anota un 32.5 por ciento.

Hay otros personajes en escena. (Carlín en La República)


La opinión pública no quiere, según este sondeo, continuar apoyando a quien ha soslayado permanentemente proporcionar información veraz sobre el origen de los dineros que le permitieron a ella y sus hermanos estudiar en los Estados Unidos. Todas las versiones que ha dado con anterioridad han resultado desmentidas por la prensa de investigación.

Recuérdese que su papi dijo a los cuatro vientos en una discurso por televisión que su sueldo era de dos mil soles mensuales, cifra que jamás de los jamases le habría alcanzado para solventar el alto costo de la educación de sus hijos en Estados Unidos. Por el contrario, tal aseveración confirma la convicción de que se trataba de una mentira más.

Asistimos, pues, a un probable despertar del sentimiento democrático de los electores, que no quieren ver más corrupción ni terror desde el gobierno, ni que vuelvan al palacio de Pizarro, colgados del traje de Keiko los autores de la década más sombría de nuestra historia y de la cual, felizmente, guardamos memoria fresca.





miércoles, 20 de enero de 2010

Cuatro frescas (XXXVI)

Mi mami me decía que yo llegaría a ser presidente. Voy a postular para darle gusto a mi mami. (Gayly).

(Carlín en La República)


Yo voy a postular a la presidencia para que mi apá salga en libertad. (Gorda K).


Con Gayly a la cabeza, volveremos al Congreso. (Chuchi y Cía).


¡No me explico cómo algunas personas pueden vivir con menos de 20 mil soles mensuales! (Marisol).


domingo, 17 de enero de 2010

Hay que legalizar la droga

Y combatir a las mafias
con todas las armas de que
los gobiernos disponen



Hace unos veinte años, el premio Nóbel de Economía, Milton Friedman y el de literatura, Gabriel García Márquez, uno alineado políticamente en lo que llamaríamos derecha y el otro en el extremo opuesto del espectro, se enfrentaban a la “doctrina” del entonces presidente Ronald Reagan, empeñado en una guerra contra las drogas, según el esquema tradicional.


Gabriel García Márquez, su hijo Gonzalo y su esposa Mercedes

Podría decirse que el esquema tradicional se mantiene. Los Estados Unidos “ayudan” en la guerra antinarcóticos a los países productores, pero en su propio territorio –para no hablar aún de Europa y los países desarrollados– el consumo es perseguido con guantes de seda.

El esquema tradicional de la guerra contra las drogas en los países productores, léase Perú, Colombia, Bolivia, consiste en quemar los sembríos de coca, esporádicas y violentas incursiones policiales en las que se incendian laboratorios, se requisa toda la droga que se encuentra y se vuelcan los insumos químicos sobre la tierra con la natural contaminación de los ríos cercanos.

Ahora, en coincidencia con el planteamiento de Friedman y con la posición de García Márquez, nuestro novelista Mario Vargas Llosa ha propuesto una nueva forma, más inteligente de combate a las drogas.

Fernando Savater en la misma trinchera

Como siempre, se han alzado voces moralistas y “éticas” en contra, es decir, se repite la historia. Cuando Friedman y García Márquez formularon sus propuestas, “ninguna de ambas iniciativas fue bien acogida, pero ahora las cosas han cambiado drásticamente”, dice un editorial de Los Tiempos, de Bolivia.

También asumió una posición similar “con la lucidez que le caracteriza (Fenando) Savater (y) nadie los ha escuchado, ni a ellos ni a los afectados”, dice José Luis Sánchez-Tosal, en un comentario publicado hoy domingo en La Voz de Salamanca, España.

Mario Vargas Llosa, en otra guerra del fin de las mafias

Claro que las cosas y los tiempos han cambiado. No por nada, los Estados Unidos están apoyando la lucha antidrogas según su esquema, ¡ya hace 50 años! sin ningún resultado práctico, sobre todo para los países involucrados que han visto crecer la corrupción provocada por el ingente poder económico de las mafias que controlan hoy hasta a movimientos terroristas a los que alimentan con dinero y armas, en algunos casos –lo ha dicho Vargas Llosa– mejores y más efectivas que las que los gobiernos pueden proveer a las fuerzas del orden empeñadas en la lucha.

Milton Friedman, lo predijo décadas atrás


La legalización de las drogas debe enfocarse desde puntos de vista reales y actuales. Hay que examinar la historia del último medio siglo, los fracasos en la erradicación de cocales, las muertes de inocentes, la corrupción de individuos e instituciones, el maltrato a los menores y jóvenes, en los cuales las mafias han enfocado su principal objetivo para mantener una clientela permanente con vistas a futuro.

Algo más. Los estados, es decir, los gobiernos, que poseen los elementos necesarios en fuerzas armadas, controles económicos y servicios en todo el territorio de sus respectivas naciones, deben asumir su responsabilidad soberana y liberarse de pacaterías.

Hay que legalizar la droga, controlar su distribución y aplicar severísima sanciones penales a quienes, individuos o asociaciones delictivas, promuevan y ejerzan la venta de drogas a los menores, en colegios o donde los encuentren.

Que los adultos hagan de sus narices lo que quieran. En determinado momento, el estado se ocupará de su salud para curarles la adicción, cosa que actualmente se practica, pero por de pronto, ¡hay que hacerle caso a Vargas Llosa!
(Luis Eduardo Podestá)


lunes, 11 de enero de 2010

Gracias, Mario Vargas Llosa




La lucha contra las mafias
de las drogas debe tener
ideas nuevas y realistas



Muchas gracias, don Mario Vargas Llosa, porque su artículo aparecido en varios periódicos del mundo el domingo (El Comercio de Lima, El País de España y otros) ha contribuido no solo a enriquecer el debate sobre las drogas sino a consolidar la idea que algunos ciudadanos teníamos sobre esa desigual contienda.

Mario Vargas Llosa, en una nueva batalla

Un pequeño grupo disperso de peruanos, entre ellos, quien escribe estas palabras, apoya la liberación (despenalización) del cultivo y uso de la hoja de coca.

Yo fui más allá y en parte de mi novela El señor de los temblores, puse en boca del “Rey Quintino I de Arequipa”, la elaboración de un proyecto de ley que reclamaba la legalización del consumo de la hoja de coca y del consumo de la droga y que el Estado se hiciera cargo de la fabricación y comercialización de la cocaína porque podría controlar su distribución.

El loco Quintino preparó un proyecto de ley, que en la novela se describe en parte así:

“Al leer el artículo tercero levantó la voz para acentuarlo porque, dijo, es quizá el más importante del proyecto ya que disponía que solo los mayores de edad estaban facultados a comprar cocaína o algún otro derivado para su uso en las farmacias privadas o dependientes del ministerio de Salud y que cualquier infracción a esa norma, y sobre todo la venta indiscriminada a menores de edad, sería severamente penada con no menos de veinticinco años de prisión sin derecho a libertad condicional, ni provisional, ni a beneficios penitenciarios, es decir, tendrán que cumplir su condena desde el primero hasta el último día que señale su sentencia y, además, sufrir la confiscación absoluta y definitiva de todos los bienes que hubieran podido conseguir con dinero limpio o sucio en cualquier época de su vida.
“El estado, decía el artículo cuarto, era el único encargado de la fabricación de cocaína y en tal sentido comunicaría a la comunidad internacional que vendería a precios que un arancel establecería, ese producto en polvo, líquido y en granos tanto para fines de uso personal como para utilización farmacéutica y medicinal y que en consecuencia entraba en coordinación con los países productores a fin de emprender una acción conjunta dentro de los términos que sus leyes respectivas lo acordaran bajo un mismo patrón de protección a la humanidad.

Esa era la ficción ensayada en la novela cuya impresión en Arequipa debe concluir en las próximas semanas, luego de lo cual se programará su presentación.

Es muy bueno para los efectos de esta guerra de los estados contra el narcotráfico, que alguien como Vargas Llosa, uno de los más altos representantes de la literatura actual, autor además de extraordinarios comentarios sobre el bienestar de la humanidad y de la estabilidad de la democracia en los países que la tienen, muchas de cuyas instituciones se hallan harto corrompidas por la influencia y poder de las mafias, haya comenzado a intervenir en este asunto.

Que recuerde, voces aisladas en Lima, Cusco y Arequipa, algunos personajes de la intelectualidad peruana, tuvieron la valentía de enfrentarse a un estado y una sociedad que solo veían en la fracasada y duradera represión del narcotráfíco la solución del problema que nunca avanzaba.

Felipe Calderón, presidente de México, en sangrienta lucha


El apoyo insuficiente de los Estados Unidos que no se condice con la enorme proporción de su consumo de drogas, ha contribuido a la creación de un poderoso y subterráneo imperio económico con tentáculos en muchos países del mundo y según ha señalado el autor de La guerra del fin del mundo, “es absurdo declarar una guerra que los cárteles de la droga ya ganaron”.

“… no importa cuántos capos y forajidos caigan muertos o presos ni cuántos alijos de cocaína se capturen, la situación solo empeorará. A los narcos caídos los reemplazarán otros, más jóvenes, más poderosos, mejor armados, más numerosos, que mantendrán operativa una industria que no ha hecho más que extenderse por el mundo desde hace décadas, sin que los reveses que recibe la hieran de manera significativa”, añade.

Así pues, cuando se hacía el silencio de quienes pensaban diferente que los regímenes pegados a la letra que componía la política antidrogas norteamericana, llega la caballería con Vargas Llosa a la cabeza.

“En febrero del 2009, una Comisión sobre Drogas y Democracia creada por tres ex presidentes, Fernando Henrique Cardoso, César Gaviria y Ernesto Zedillo, propuso la descriminalización de la marihuana y una política que privilegie la prevención sobre la represión. Estos son indicios alentadores”, escribió también ayer Vargas Llosa.

Así, pues, es edificante comprobar que la búsqueda de otras alternativas en la guerra de la sociedad contra las mafias y su eliminación por la vía de leyes novedosas y realistas puede construir y ofrecer un futuro mejor para esta martirizada humanidad.


Luis Eduardo Podestá.

jueves, 7 de enero de 2010

129 años alimentando a Arequipa

Mercado San Camilo, proyectado
por Eiffel, guarda productos y

los sabores típicos arequipeños



Hubo un tiempo en que todos los que llegaban a Arequipa, lo primero que visitaban era el mercado. Así, iban al mercado de San Camilo, que acaba de cumplir 129 años y que, según la tradición, fue construido con columnas y techo de hierro sobre un proyecto firmado nada menos y nada más por Eiffel, el constructor de la torre parisina que lleva su nombre.

El viejo mercado de San Camilo, está ahora remozado por sucesivas remodelaciones que datan desde los años 20, cuando el alcalde Federico Emmel, alemán de origen, con el apoyo del entonces presidente Augusto Bernardino Leguía, emprendió la suya con pleno respeto del plano original que se mantiene hasta hoy.

Bueno, cuando uno entra en San Camilo, por la puerta principal, ingresa en un mar de olores sobre los cuales sobresale el aroma de la fruta que se vende en escaparates inclinados en el pasadizo central. Uno puede encontrar aquí desde paltas de Moquegua hasta limones de Piura, sandías de Huaral y dátiles de alguna de las haciendas de Ica.

Si uno entra por la puerta de la izquierda, se encontrará con las vendedoras de los más sabrosos y crocantes panes de tres puntas, recién salidos del horno, que lucen sus granitos de ajonjolí o anís en su dorado rostro. También hay panes para todos los gustos, incluidos los panes que llegan de Omate, grandes y redondos y los de la sierra, de diferentes tamaños, texturas y sabores.


Rojo panorama, reflejo del color del techo y del sol


Un poco más allá, siguiendo la dirección del pasadizo de la izquierda están los puestos de jugos de frutas. Es aconsejable tomarse uno de papaya arequipeña, sobre todo si proviene de alguna huerta de Yanahuara. Aunque los chilenos la hayan pirateado y la exporten como suya enlatada y almibarada, no tendrá comparación con la que aún se vende en Arequipa, en este sector tan característico de San Camilo.

Lo mejor de todo, es que los puestos de jugos se encuentran frente a las mesas de mármol donde, con exclusividad, dos o tres matronas venden trozos de cancacho, ese cordero asado irresistible que solo se come ahí y en algunos de los lugares de la cordillera de Arequipa, Puno y Cusco, pero que aquí tiene el sabor característico de la mano arequipeña, que se lo obsequia, “para probar, caserito”, con un rojo líquido picante de rocoto.

Fachada de San Camilo de principios del siglo XX (foto Allen Morrison)


Si usted ha resistido la tentación de un jugo de cualquier fruta, luego de probar el cancacho rociado con ese ají colorado, estará obligado a hacerlo para limpiar el ardor de la boca y la garganta.

El segundo piso de la parte frontal de San Camilo le ofrece otra variedad de productos. Allí estaban ubicados los restaurantes donde uno podía escoger cualquier plato fuerte de la cocina internacional hasta una buena taza de leche recién ordeñada, con café. Plato aparte son los sánguches de lomo, que pueden acompañar su modesto café o té.

San Camilo remodelado por el alcalde Federico Emmel, entre los 20 y los 30 del siglo pasado


Pero lo irresistible, lo que uno no se puede perder de ninguna manera porque es un manjar en extinción, es el queso helado o “quesoheláu” que es más fácil de pronunciar.

El verdadero “quesoheláu” se prepara en un depósito de zinc con dos asas que reposa en un barril recortado de madera lleno de bloques de hielo y sal. En el depósito de zinc, la leche azucarada y aderezada con especias que los sabedores se niegan a revelar, da muchas vueltas como en un carrusel, hasta que comienza a pegarse, congelada, a las paredes de metal en una capa que se espesa cada vez más hasta lograr un centímetro aproximadamente. El operador la separa entonces en dos o tres filetes, que van a reposar en un plato de postre con una espolvoreada de canela. Eso es todo. Pruébelo y sepa cómo los cardenales calificaban su “bocato”.

El “quesoheláu” verdadero y con sabor antiguo solo se disfruta en San Camilo.

En el otro extremo, en el segundo piso que da hacia la calle Alto de la Luna, hay otros restaurantes más especializados. Allí encuentra adobo de chancho todos los días de la semana, a diferencia de lo que ocurre entre los gourmets mistianos, que solo comen adobo los domingos porque, según la tradición es un plato dominical que se disfruta junto a una taza de té “pitéau”, es decir, mezclado con una copa de anisado y con pan de tres puntas en trozos sumergidos en el caldo.

Allí también están los chicharrones y los asados de cordero, pero lo recomendable son los adobos y si uno quiere gastar poco y comer mucho, puede inclinarse, durante los mediodías cuando el hambre aprieta, por un lomo “saltau”, que así deben llamarlo porque poco falta para que se escape del plato.

En el centenario mercado de San Camilo, que ocupa una manzana entera, entre las calles de ese nombre, Piérola, Alto de la Luna y Perú, uno puede encontrar de todo, desde flores y arreglos para matrimonios, cumpleaños o defunciones, hasta mascotas de todas las especies: perros, gatos, conejos, loros y pajaritos, tortugas y lagartijas, en fin…

En el lado opuesto de los cancachos, es decir en la zona que da hacia Piérola, están las mantequilla y los quesos fabricados en todas las localidades de la sierra arequipeña, como Pampacolca, pero también de otras localidades del sur.

Los pescados están listos para los cebiches, dispuestos a unirse a los erizos de Mollendo junto a los barquillos, que en ocasiones dicen que excepcionales, llegan de Matarani o de las peñas del Chungungo o Catarindo. Un triple de pescado, erizo y machas de Camaná es más que un manjar.

Y si uno es carnívoro, como el 99.99 por ciento de arequieños, hay carne para todos los gustos. La carne de vacuno es la más común y sabrosa para una parrillada, pero también hay la de cordero y más recientemente, traída directamente desde sus criaderos en La Joya, la carne de avestruz o la de alpaca proveniente de haciendas serranas.

Vista actual del mercado de hierro (foto de Allison Bilas )


En fin, hay que ir allí para convencerse de todo lo bueno que significa estar en el mercado de San Camilo.

Entusiasmado por lo que contiene, olvidaba contarle que el mercado fue construido en 1881 e inaugurado un día de los santos reyes magos y, en consecuencia, ayer se evocó su 129 aniversario que no será el último, por supuesto, porque como es de hierro, como los hombres y mujeres que lo usan, tiene mínimo para cien años más.

Luis Eduardo Podestá




miércoles, 6 de enero de 2010

El amor secreto de Knut Hamsun

Cartas de hace cien años revelan
que tuvo una “tormentosa relación”
con una profesora de piano



Knut Hamsun ha dado qué hablar nuevamente… 58 años después de su muerte, a causa de cartas que fueron abiertas el martes en la Biblioteca Nacional de Oslo, cien años después de que fueran escritas y que revelan amores escondidos del Premio Nóbel de Literatura de 1920.

El propio Hamsun había dejado instrucciones de que se abrieran 50 años después de su muerte. Y la ministra de Cultura de Noruega, Anniken Huitfeldt, en cumplimiento de aquel mandato rompió los sellos que las guardaron medio siglo y las puso ante especialistas en la obra del novelista.

Los expertos certificaron que en efecto fueron escritas por Knut Hamsun y dirigidas a Julie Amanda Lous, profesora de piano en Kristiansund, quien dejó de existir en 1963. “Su sobrino había entregado tres años antes el paquete con las cartas a la Biblioteca Nacional, con la orden de que se mantuvieran selladas durante 50 años”, dice un despacho de la agencia alemana DPA, reproducida en Argentina por el diario La Nación.


Knut y su esposa Marie en 1925


La “tormentosa relación” de Hamsun y Julie Amanda tuvo lugar, de acuerdo con el examen de las cartas entre 1891 y 1892, es decir poco después de la publicación de su novela Hambre, que le abrió las puertas de la fama y es considerada la “primera novela moderna de la literatura noruega”.

Esto ocurre precisamente cuando, finalizado el Año de Hamsun, del cual participaron varios países del mundo, es posible hacer un breve balance de la forma en que asumió el reino de Noruega, con valentía y sin temor a incomodidades generadas por la personalidad del escritor, la defensa de su cultura y de un ícono de su literatura que lo es también de las letras del mundo.

El Centro Cultural erigido en para rendirle homenaje permanente


El Año de Hamsun deja una huella física y mental. Al lado del pueblo donde nació, Hamaroy, el 4 de agosto de 1859 Noruega, construyó el Centro Cultural Hamsun, que luego de su inauguración en una solemne ceremonia que presidió nada menos que la princesa real Margitt, en cuyos ambientes se desarrollaron actividades culturales de todo género en homenaje al poeta.

Fueron editadas las obras completas de Hamsun y una fabulosa biografía de Ingar Sletten Kolloen fue devorada por los lectores, en un país donde sus libros fueron quemados en público auto de fe, en rechazo a sus convicciones políticas favorables al nacionalsocialismo alemán.

Danzas y canciones juveniles en Hamaroy donde el poeta vivió


Si se pudiera establecer un balance de las actividades desarrolladas a lo largo del año en que se evocó el nacimiento de Hamsun hace 150 años, puede decirse que, junto al debate que exaltó o criticó la personalidad del escritor, se produjo la reconciliación de la sociedad noruega con su máximo exponente literario.

Vanos fueron todos los esfuerzos desplegados por instituciones y personajes ligadas al judaísmo, para boicotear las celebraciones, que querían castigar –una vez más– al escritor por su cercanía a los nacionalsocialistas durante la Segunda Guerra Mundial.

Habría que recordar que Hamsun ya fue castigado por sus juzgadores. Lo declararon traidor a la patria, lo condenaron a pagar una multa de 325 coronas, que lo dejó en la ruina, lo internaron en un manicomio, donde solo lo mantuvo vivo, y le permitió volver a escribir después de diez años de silencio, su espíritu indoblegable y su decisión de no dejarse quebrar por el infortunio.

Algunas personas –y también instituciones– querían el castigo eterno, no ya solo a la persona y a la obra de Hamsun, sino a su memoria. Y eso no lo permitió la sociedad noruega ni el mundo que se inclinó alguna vez en la lectura de las obras de su genio literario.

Noruega supo mantener su soberana voluntad de honrar a su poeta insigne y construir monumentos para fomentar el conocimiento de Knut Hamsun para la posteridad. La misma princesa Margitt asistió, cuando arreciaban las críticas, a los actos con que se iniciaba el Año de Hamsun.

Allí está como una muestra del respeto que merecen las obras de Hamsun para la cultura nórdica, el Centro Cultural Hamsun, a orillas del fiordo de Hamaroy, donde nació el poeta, entre altos árboles de un bosque que él sintió placer al describir. Un monumento que alojará todas las obras y documentos y objetos que Hamsun produjo y usó durante sus más de 90 años en este mundo.

Hamsun y Marie en 1930


El escándalo de las cartas ha revivido una vez más a Knut Hamsun. Así pues, como diría, su viuda Marie alguna vez: “Este hombre no va a morir. Anoche habló con Dios acerca de eso”.

Luis Eduardo Podestá