jueves, 24 de enero de 2013

Noruego logró un millón de amigos

Les pidió y obtuvo su apoyo
para que amiga ‘lo aceptara’

“Catherine dice que si puedo conseguir un millón de ‘likes’ ella tendrá sexo conmigo. Por favor ayúdenme”, dice en traducción libre el mensaje que el joven noruego Petter Kverneng colgó en la red social más grande del mundo, Facebook.

Petter y Catherine, broma mundial

Y lo logró. Consiguió el millón de “me gusta” pero quienes lo apoyaron pudieran haber recibido una frustración y difícilmente contribuirán nuevamente a otra misión tan altruista como la que Petter Kverneng les propuso originalmente.

Porque, como informa la agencia Absolut Noruega (AN), “Petter explicó que todo se trataba de una broma, pero agradeció la atención de los miles de usuarios en la red social. ‘Algo que comenzó como una broma también terminará como una broma. Catherine y yo nos dimos un afectuoso abrazo y eso fue premio suficiente’, concluyó”.

“Lo que si está claro”, comentó AN, “es que si en algún momento llega a necesitar la ayuda de los usuarios de Facebook, seguramente ya no contará con ellos”.

AN recordó que Petter “se convirtió en todo un suceso dentro de la red social más grande del mundo, Facebook”, porque “en un hecho bastante curioso, subió una foto a su perfil en que aparece junto a una amiga, sostiene un cartel en el que pide la colaboración de los usuarios para obtener un millón de ‘likes’”.

Precisa luego que “el objetivo de la campaña era sencillo. Quería tener sexo con Catherine, su amiga” y que esta le había puesto como condición la aprobación de un millón de usuarios de la red social.

Añade en un virtual final feliz de la aventura, que “el apoyo fue total y más de un millón de personas se hicieron partícipes de esta noble causa, pero debieron sentir gran decepción al enterarse de que todo había sido una broma porque el final no fue el que todos esperaban”.

Finalmente, Petter y Catherine se dieron un inocente y afectuoso abrazo y aquella presunta aventura de amor que se enredó en la red mundial, terminó quizá con una gran decepción, para un millón de facebookistas.

Luis Eduardo Podestá

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