miércoles, 4 de enero de 2012

Anhelo 2012: Fin de usura bancaria

Prohibido llegar a viejo
porque se acabó el crédito

Un solitario congresista Yonhy Lescano se compra el lío y arremete, una vez más, contra la usura bancaria disfrazada de tarjeta de crédito. Parece que ningún legislador se ha alineado con Lescano, que sí contó con el apoyo del diario La República.



Compra la intranquilidad

En efecto, cuando el año pasado estaba moribundo, un día antes del Día de los Inocentes, el 27 de diciembre, La República titulaba algo que debió estar en portada: “Usuarios de tarjetas de crédito no terminan nunca de pagar deuda a bancos”.

Un subtítulo continuaba la explosiva información: “Perjuicio. Pago mínimo es un engaño al cliente, dice legislador Lescano”.

Así, con todas sus letras. Me hice el ferviente deseo de dejar que pasaran las fiestas de noche de paz y feliz año nuevo y los buenos deseos para no avinagrar la fiesta de los banqueros que, en pleno diciembre –como lo hacen en fiestas patrias y todos los días aunque no sean fiestas de guardar– hacen su agosto con quienes perdieron la gracia de Dios y se hicieron de una tarjeta de crédito.

Paga menos del 10%

El diario reprodujo declaraciones de Lescano, el solitario, quien, como “miembro titular de la Comisión de Defensa del Consumidor del Parlamento, recomendó a los consumidores que usan tarjetas de crédito no utilizar la opción del pago mínimo cuando cancelan su cuota mensual, por cuanto resulta excesivamente costoso, pues en cada cuota que se paga, más del 90 por ciento equivale a intereses y comisiones y menos de un 10 por ciento es el capital de la deuda”.

A continuación leí: "Supongamos que una persona tiene una tarjeta de crédito de la cual ha consumido un importe de S/. 3.362 y hace el pago mínimo mensual de S/. 37, en realidad solo habrá pagado S/. 5.00, lo demás es solo el costo financiero del pago mínimo que le carga el banco. Si la persona sigue realizando sus pagos mínimos, la deuda terminaría de ser pagada en 96 meses (ocho años). Si por el contrario va haciendo nuevos consumos y cancela con pagos mínimos, la deuda se va haciendo permanente", señaló Lescano.

Más claro no el agua de un huaico usurero. Si le aplicamos la palabra exacta, se trata simple y llanamente de una práctica usurera, que realizada por otras testas sin corona, seguramente podrían dar –podrían digo porque en un Perú donde los terroristas van de vacaciones y los corruptos dan conferencias de prensa todo puede ocurrir– con sus huesos y bolsa en la cana.

Lescano, quijote contra molinos de banca

Lescano lo llamó también usura: "Es un sistema usurero que la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) debería prohibir. Lo peor es que no se le informa al cliente lo que implica el pago mínimo", agregó, en alusión a una entidad que solo compra dólares.


El congresista dijo que todo esto tiene lugar por la modalidad del pago mínimo y porque a la cuota se le arriman comisiones por servicios de cobranza, por mantenimiento, seguros, y otros inventos que parecen asalto a mano armada.

Y nosotros que nos creíamos los más vivos del continente. Felizmente yo no tengo ninguna tarjeta de crédito salvo la que me permite cobrar medio millar de soles cada mes como pensión de jubilación, contra la cual no puedo hacer ningún dispendio porque me sirve para pagar mis teléfonos, el cable y otras electricidades.

Nada con los viejitos

Tampoco me la podrían dar, pienso, porque la generosidad de las entidades bancarias y no me refiero solo a los bancos sino a otras modalidades de captación de fondos como las Cajas departamentales, solo llega a quienes están en la segunda edad,

Si usted se pasó y llegó, gracias a que sus abuelos provienen de buen tronco, como decían los antiguos o a que la medicina ha hecho milagros y supervive –creo que es el término en lugar de sobrevive– a los 70 años, ya NO tiene derecho a crédito.

Yo vi hace unos años un atractivo panel publicitario en una Caja de ahorros, donde le ofrecían mil soles como préstamo a sola firma –un banquero habría dicho “mil miserables soles”– e ingenuamente me acerqué a la guapa que me miraba desde detrás de su mostrador y su pantalla.

Le pregunté qué requisitos habría de cumplir, aparte de que yo hacía mil años tenía una cuenta de ahorros en esa Caja, donde metía y sacaba cada viernes para solventar mi fin de semana y lo primero que me preguntó fue mi edad, que no hago nada por disimular.

Cuando le respondí con toda sinceridad me dijo con la mejor de sus venenosas sonrisas: “Esa oferta solo es para los que tienen hasta 69 años”. La miré y dije en venganza “edad pornográfica” y me fui.


Página 13 de la República

Porque a pesar de todas las campañas que libró para ser elegido el conocido congresista Xavier Barrón, para lograr votos proclamando beneficios para los “pobres viejitos”, el Perú ha seguido en la inveterada práctica de maltrato a los “pobres viejitos” a contramarea de lo que políticos y funcionarios del estado dicen.

Lo que nos queda es año nuevo, bronca nueva, mi querido compatriota. Bien por Lescano que está dando su batalla, bien por la República que le sirve de bombo, mal que la SBS se haga sorda, ciega y muda y, pésimo, por supuesto, que se mantenga la usura bancaria sin hacer algo para eliminarla o castigarla. Y los viejitos... bien, gracias.

Luis Eduardo Podestá


1 comentario:

El fuego del odio dijo...

Yo tampoco tengo tarjeta de crédito, suficiente tengo con el préstamo bancario. Prefiero pagar todo al cash. Interesante artículo Sr. Podestá.