sábado, 17 de octubre de 2009

Daniel Alarcón, laureado a los 32 años

El periodista escolar convertido en novelista gana primer premio de la Casa de las Culturas de Berlín


Nota del editor - Daniel Alarcón recibió hace poco el primer premio de la Casa de las Culturas de Berlín por su novela Radio Ciudad Perdida. Estas notas están basadas en informaciones periodísticas diversas y, sobre todo, en los recuerdos de sus padres, el médico psiquiatra Renato Alarcón Guzmán y la reumatóloga Graciela S. Alarcón, peruanos residentes en los Estados Unidos. 

Por Luis Eduardo Podestá

Se puede decir que me une una “vieja” amistad filial con Daniel Alarcón, porque con su padre, el médico psiquiatra Renato Alarcón Guzmán, arequipeño, periodista en sus tiempos de estudiante, ex alumno del colegio de la Independencia Americana y un tiempo vecino del Miraflores de Arequipa, es un entrañable amigo y tenemos varios puntos en común. 



                                               Daniel, entrevistado por El País, España

Además, aunque Daniel no es arequipeño, podemos aplicar algunos argumentos para que lo sea. Primero porque su padre y sus ancestros son arequipeños, segundo porque los arequipeños nacen donde les da la gana y tercero, entre otras cosas, porque es miembro honorario de la promoción de “alfeñiques” de 1957 del colegio Independencia, que es también la promoción de su padre. 

Por todas estas razones, puedo decir que el escritor Daniel Alarcón, cuya obra Radio Ciudad Perdida, ganó recientemente el premio Casa de las Culturas de Berlín, es arequipeño y peruano de la mejor cepa a pesar de haber escrito sus trabajos literarios en inglés que es su lengua principal. 

 Katharina Narbutovic, miembro del jurado que le otorgó el premio, dijo: “Elegimos un libro que fuera urgente y necesario, que no se integrara a la tradición de bienestar europea sino que tuviera que ver con condiciones actuales del mundo y donde además el trabajo lingüístico fuera de calidad excepcional”. 

La agencia alemana de noticias DPA recogió la versión del jurado y destaca en un despacho con dos subtítulos: “Radio Ciudad Perdida, novela galardonada, lleva violencia de Sendero Luminoso a Europa. Jurado de Premio Casa de las Culturas de Berlín dice que personajes tienen dimensión transnacional”.

                                         Daniel en el Perú 

Es “una novela que nos confronta con un mundo de violencia”, dijo el académico y miembro del jurado Ottmar Ette, “los personajes son muy complejos y de dimensión transnacional”. La novela dibuja una ciudad en un país que ha vivido una guerra civil y aunque no menciona al Perú, el lector lo identifica, así como advierte que la violencia corresponde a Sendero Luminoso. 

Norma, la protagonista, es conductora de una radio y recibe llamadas de sus oyentes que buscan a sus familiares desaparecidos durante la guerra, describe DPA. “Estoy contento, orgulloso y agradecido”, dijo Daniel Alarcón cuando la agencia DPA le preguntó sobre cómo se sentía. 

El premio está dotado con 35 mil dólares y es compartido, 25 mil para Alarcón y 10 mil para Anne Friederike Meltendorf, la traductora. Alarcón habló sobre su residencia en Estados Unidos, por lo que muchos “lo consideran un escritor gringo”, añadió la DPA.

“Vivir en Estados Unidos no fue una elección”, refirió, “mi familia se fue de Perú en los años noventa, y aunque mi primera lengua en el ámbito familiar fue el español, aprendí a escribir en inglés, que hoy es definitivamente mi idioma”. 

“La crítica me catalogó como un escritor peruano y me siento contento y orgulloso por eso”, remarcó Alarcón. Daniel nació en la clínica Ricardo Palma, de Lima. el 5 de marzo de 1977. Sus padres son Renato Alarcón Guzmán, médico psiquiatra y Graciela S. Alarcón, reumatóloga. 

En ese tiempo la familia vivía en San Borja, en cuya parroquia Daniel fue bautizado a los tres meses de edad. Sus padrinos fueron sus tíos Aída Solís de Ghezzi, hermana de Graciela y el tempranamente desaparecido Javier Alarcón Guzmán, hermano de Renato. 

En enero de 1980, Renato volvió a los Estados Unidos con sus hijas, ambas nacidas en Baltimore, Maryland, Patricia Graciela, en 1968 y Sylvia Ghislaine, en 1970, durante la primera estada de sus padres en Estados Unidos. 

Dos meses después Daniel, quien entonces tenía tres años, y su madre, viajaron a Estados Unidos, para lo que fue la segunda y definitiva estancia de la familia en ese país. Cuenta Renato que cuando llevaba a Daniel al nido donde estudió las primeras letras, conversaban mucho sobre personajes ficticios que llenaban la fantasía del futuro escritor. 

“Íbamos creando al gigante Polifemo quien vivía en el valle que se veía al bajar desde la pequeña cima donde estaba ubicada nuestra casa; a Protolito, un niño héroe, capaz de muchas y triunfales aventuras. 

Ciertamente, ya ejercitaba la fantasía y el lenguaje desde muy tierna edad. En uno de los primeros veranos en Alabama, “escribió” su primer libro de cuentos. Se trataba de un marciano aventurero. Él había hecho los dibujos y le había dictado el texto a su hermana Sylvia. 

Chela, mi esposa, conserva esos y muchos otros recuerdos”, evoca Renato.

(Imagen de Andina)
www.podestaprensa.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

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