domingo, 30 de marzo de 2008

¡Tantas veces Alan!

Primero fue el pacto no tan olvidado del APRA con Manuel Prado, el gobernante que persiguió apristas, los encarceló y mandó al exilio. Alrededor de una década más tarde se amarraron con Manuel Apolinar Odría, el dictador militar que no tuvo ningún reparo en repetir las medidas de Prado, pero con mayor dureza y duración.

Más tarde en 1985 llegó el Alan García, joven y recio gobernante que prometía el futuro diferente que, efectivamente, fue diferente para todos. Consiguió el récord Guiness a la hiperinflación mundial de todos los tiempos, se comió los ahorros de todos los peruanos y nos convirtió en los pobres millonarios de todos los tiempos, que volvieron a formar colas por una botella de aceite todas las madrugadas del tiempo que le tocó gobernar.

Y luego de su desastroso gobierno no tuvo mejor idea que lanzar la consigna electoral que todos los apristas acataron, de apoyar a Fujimori, quien resultó no solo dictador sino el presidente del gobierno más corrupto y violador de los derechos humanos de nuestra historia. Hay que tenerlo en cuenta. El mal menor llamado García fue el responsable de los diez años de fujimorismo.

Hoy, Alan García, el mal menor por quien votamos porque era el único de los dos candidatos del 2005 que haría cualquier cosa menos ofender a la democracia, viene de China con el cerebro lavado por su presidente Hu Jintao, a quien ha invitado y tendremos en nuestras calles en noviembre próximo.




García y el presidente Hu Jintao hacen tratos


Una democracia como el Perú respalda ahora por la boca y las acciones de su presidente de todos los peruanos a la peor dictadura del mundo actual, que se zurra en los derechos humanos, trata de eliminar la cultura milenaria de los tibetanos, que reclaman no su independencia sino únicamente mayor autonomía, que mantiene desde décadas atrás una población de esclavos que produce por salarios de mínimos los artículos de peor calidad que circulan por todos los países, que se niega a firmar todos los convenios y pactos en defensa de la naturaleza en una Tierra que ya experimenta los estertores de su agonía.


Tampoco hay que olvidar que la China a la cual Alan García acaba de entregar el Perú, es la misma de la plaza de Tiananmen de 1989 y de la revolución cultural de 1966, que marcó el sendero para toda clase de atropellos, crímenes y abusos cometidos en nombre de la revolución comunista y permitidos por el gobierno chino.

Y finalmente, no hay que olvidar que los sanguinarios seguidores de Sendero Luminoso, que causaron la peor tragedia de la historia peruana, se inspiraron en el pensamiento maoísta y en las acciones que no respetaban población civil ni inocentes en su locura genocida por alcanzar el poder, lo que felizmente aquí no ocurrió.

A esa China el presidente Alan García le está vendiendo el Perú por un plato de lentejas.


(Foto Somos)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nueva Tork,marzo 30, 2008

Querido Lucho:
Gracias por la oportunidad de visitar tu blog. Es sencillamente excelente. Me gustaron sobre todo las notas sobre el benemérito Presidente, la de los "mellizos", Mario Vargas Llosa y Carlos Meneses Cornejo, y la de los cañones en nuestra tierra. Gracias por trasladarme a ella, a su cielo, a su paisaje y a su nostalgico recuerdo.
Ojala podamos vernos en una de mis proximas visitas a Lima. Un gran abrazo:
Renato Guzmán

Anónimo dijo...

Nueva York, 31 de marzo de 2008

Hola Luis Eduardo:
Gracias por hacerme conocer lo que publicas. Me encantó transportarme a esos tiempos de Semana Santa en el Perú y ponerme al día con la política y los presidentes peruanos.
Un cariño para tu familia y un abrazo para ti de Marcela.

Marcela Bruno